Al final, llegamos a destino. No podíamos acceder con el vehículo al vértice, por lo que aparcamos a unos 180 metros y subimos hasta el mismo…. y en el camino nos encontramos con un visitante inesperado: una culebra o serpiente (no las distingo) que estaba tomando el sol tranquilamente…. Vaya susto que nos dimos, ufff!! Al final, desde el vértice pudimos admirar las fantásticas vistas de la comarca del Anoia. Bajamos de nuevo e instalamos la estación para empezar la operación…. Lo cierto es que el lugar no tuvo ninguna visita (a veces en los vértices a los que hemos ido hay más tráfico que en las Ramblas de Barcelona en hora punta!!!) pero contamos con la agradable visita de un rebaño de ovejas, aunque cuando se fueron nos quedó un aroma no muy agradable, ja ja.

Al final, la progagación mejoró mucho respecto de la que había ido por la mañana y pudimos hacer más de 400 QSO.

Gracias a todos los que nos hicieron pasar una tarde muy agradable

73 cordiales y hasta la próxima