Empezamos con una buena caminata hasta el propio vértice, y siguiendo las recomendaciones de un vecino de la zona, finalmente atacamos con una línea recta a través de un cortafuegos. Está claro que este pobre hombre nos dio una información no muy precisa, será más corto pero una subida muy, muy dura, especialmente con carga a la espalda.

Ya en el vértice nos encontramos que es de los altos, de unos 4 metros, todo un reto para nuestro vértigo. Después de unas cuantas maniobras subimos el mástil con un dipolo para 40m.

Toda la actividad la haríamos con un K2 y unos 10w en transmisión.

Fabián se dispuso a empezar en 40m fonía, arrancando con un buen pile-up. Posteriormente nos movimos a 20m y transmitimos con una delta-lopp monobanda. Aunque las condiciones parecían no ser muy buenas, nuestra llamadas llegaron más allá del Atlántico. Fabián se encargó de las transmisiones en CW, tanto en 20 como en 40m, y justo cuando deberíamos haber cambiado a digitales, las condiciones climáticas nos obligaron a desmontar rápidamente, por lo que no pudimos hacer ni un solo comunicado . Lo sentimos por todos aquellos que estuvieron esperando.

La verdad es que subir al monte siempre es una experiencia muy gratificante, aunque todo hay que decirlo, en estas fechas de caza a uno le entra algo de miedo. No está nada de más ir bien visible.